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Eduardo Feimann y el precio de ser un sicario

El periodista de C5N, que en el año 2012 nos despellejó en la pantalla comprada por el gobierno nacional, cumpliendo una de las peores tareas que le puede tocar a un periodista, operar en contra de otro medio solo porque recibe plata del Estado o de manos de sus palos blancos, tuvo el destino de los sicarios, en este caso del periodismo y fue eyectado del canal desde donde se prestó para la infamia y la mentira de atacar nuestra humilde empresa y con desvergüenza, a nuestras familias. No es seguro que “todo pasa”, lo único cierto es que “todo vuelve”. 

Un sicario, en el argot del crimen, es un asalariado que mata a otra persona por encargo. Como forma de reflejar lo que sentía en el año 2012, cuando Eduardo Feimann, desde la pantalla de C5N, nos arrastró por el piso, avalando y poniéndole voz y opinión a un documento falaz, ordinario y berreta, en contra nuestro y de nuestras familias, emitido por el canal en poder de Cristóbal López, uno de los “empresarios exitosos” de la década ganada y por orden “de la superioridad”, personalmente imprimí, en una de mis notas críticas hacia él, el mote de “sicario periodístico”, alguien que, por dinero, se prestaba a semejante bajeza, sin conocernos y repitiendo como un loro, la partitura sesgada que le habían alcanzado.

Personalmente, no tenía nada en contra de Feimann hasta ese momento y paradójicamente, una semana antes de que el hombre de Cristóbal, nos vapuleara desde el aire con dos informes absolutamente antiperiodísticos y lejos de la ética y el buen gusto, bajo, innoble, caricaturesco y despreciable, desde Río Gallegos lo habíamos entrevistado a través de nuestro programa “Sintonía fina”, emitido por Fm News, los días sábados. Feimann, entonces, se deshacía en elogios hacia “Cristóbal” (como lo llamaba), reconociéndolo como un “tipo sencillo”, una “gran persona” con la cual “se puede hablar y discutir de cualquier tema, sin ningún problema” (SIC).

El canal del pollero de Chubut, devenido en rico y famoso a la sombra del kirchnerismo aportante, respondía, en ese momento, a una orden explícita de la presidencia, para ensuciar nuestro trabajo en Santa Cruz debido a la imperdonable tarea de informar que siempre ejercimos y particularmente, en aquel momento, lo hacíamos sacando a la luz las miserias del poder, el viaje del T-01 para buscar a Máximo que se había lesionado la rodilla, la falla en los motores del avión, minutos antes de despegar desde Río Gallegos, con la presidenta abordo; las operaciones del gobierno nacional para dar otro golpe político en Santa Cruz y tantas otras noticias que se transformaban en bombas neutrónicas en el corazón del kirchnerismo, un régimen caracterizado por su odio visceral a la prensa y mucho más a la crítica y libre, es decir, a la que no puede controlar.

A raíz de una discusión al aire de Feimann con Beto Casella y Leonardo Grecco, el periodista fue suspendido por el Grupo Indalo y después, eyectado de la pantalla. Nuestro sicario favorito, que ahora se quedó sin aire, despotricó diciendo que a él “ningún empresario le compra el cerebro”. Bueno, al menos el alma sí, nos consta.

Feimann probó de su misma medicina y constató lo que le dijimos en aquel momento, que no se olvidara que estaba trabajando para un medio con fuertes intereses económicos con el gobierno y el día que sacara los pies del plato, lo echarían. No fue predicción, fue observación. Siempre pasa con los sicarios que desde el periodismo “se ponen la camiseta” para destruir por encargo. Ellos no se dan cuenta que son una herramienta y encima, descartable.

No reconocen en “sus dueños” sus propios verdugos, aquellos que les cortarán la cabeza, cuando no les guste lo que dicen, cuando intenten desviarse del pentagrama o simplemente, cuando quiera pensar por cuenta propia y rocen los intereses económicos de quienes les pagan. Lo vemos a diario en los medios hegemónicos. Canal 7, Radio Nacional, Página 12, Telam, C5N, CNN23 y las cientos de emisoras y canales que tiene bajo su pauta el gobierno, a lo largo y ancho del país, desde donde sicarios periodísticos, arremeten contra quien piensa distinto o no piensa como ellos.

Hoy Feimann está afuera, out. El pollero de Chubut prescindió de sus “servicios” y lo cambió por una cara bonita ¿Qué le importa a López lo que dice, mientras se prive de decir lo que piensa?. Esta en la premisa fundamental de los dueños de esos medios; creer lo contrario, es una especie de autoconvencimiento de que se es libre, cuando en realidad le han encarcelado lo más importante que tiene alguien que quiere desempeñar la noble tarea de periodista: la dignidad y el pensamiento propio.

Lo lamentamos porque, finalmente, Feimann es un trabajador. Alguien que cumplió una orden, pensando que era el gran colaborador de la causa y hoy lo ponen al margen, porque ya no lo necesitan. Hoy no tiene nada, no tiene pantalla, no tiene palabra, nadie lo escucha. Nosotros, humildes y desde este recóndito lugar del país, seguimos adelante, haciendo lo que sabemos y podemos, sin estridencias, sin megalomanías, sin plata como los dueños de Feimann, pero con convicciones y libertad para decir lo que queremos, cómo y cuándo queremos. Eso no tiene precio.

Él no pudo, era solo un empleado del poder y no lo entendió así. Nosotros podemos seguir, porque lo que hemos construido es nuestro y las decisiones las tomamos nosotros, no tenemos patrón y no andamos de saco y corbata vendiendo imagen; trabajamos para hacer conocer la realidad de una provincia cerrada a la opinión pública, por otros como él. Aquí también hubo muchos sicarios. Apellidos como Potel, Carmona o Millán, por nombrar los más reconocidos operadores del kirchnerismo en el 2007 en Santa Cruz, guardan hoy un perfil bajo, como Feimann, pero no han perdido su naturaleza, ni han podido deshacerse de su peor karma: la prisión en que han metido a sus cerebros, privilegiando la billetera sobre su libertad para opinar libremente y decir lo que sienten o piensan. Pero no desesperen, si los echan éstos, otros gobiernos podrán alquilar sus servicios.

Rubén Lasagno

(Agencia OPI Santa Cruz)

Acerca de emartinchuk

Periodista, MP 10166. Se desempeño en el área de Noticias de los canales 9, Teledos, 7 y TELEFE. Socio Fundador de la Asociación Iberamericana de Periodistas Especializados y Técnicos (AIPET) Capítulo Argentino. Fue Docente en la Cátedra de TV en la Universidad del Salvador. Fue Coordinador en el Servicio Iberamericano de Noticias con sede en Madrid,(RTVE) España. Editor del Capítulo Argentino para la Cadena Eco de México. Fue Docente, Rector en la Escuela de Periodismo Círculo de la Prensa. Edito los libros "Federalización de la información" (1995), ISBN 9508130466 "Televisión para Periodistas: un enfoque práctico".1ra Edición 2002 ISBN 9871004125 2da Edición 2007 ISBN: 9789871004126 Documentales: "Los Quilmes: la última Resistencia".(1995) http://youtu.be/Z-XWOnIHZio Idea y Producción: "Luz, cámara, red" (1996-97) http://youtu.be/PfNrBokU6m4 Colaborador en medios argentinos y del exterior sobre temas de comunicación. Editor en Noticongreso.wordpress.com, Periodismo Parlamentario en temas de Ciencia, Tecnología, Salud, Ambiente y Energía. Designado “Directivo Decano de Honor y Dignidad”, en el grado de “Magister Laudet” por la Asociación de Rectores de la República Argentina y la Asociación de Directivos Argentinos al cumplir 30 años en la docencia. Por Resolución 327-2014 la Honorable Academia Mundial de Educación ha instituído el Título Honorífico de Doctor Honoris Causa, reconociendo sus logros profesionales y su admirable trayectoria de trabajo en favor de la Educación Mundial. Como parte de la socialización del conocimiento pueden leer en cualquier sistema digital o imprimir gratis los siguientes E-Books Belgrano: Una mente brillante http://issuu.com/gaceta21/docs/belgrano/0 ISBN 9789873356087 Como Estudiar: Manual Práctico http://issuu.com/gaceta21/docs/comoestudiar ISBN 9789873348679 Ser Periodista http://issuu.com/gaceta21/docs/ser_periodista ISBN 978-987-33-7147-9

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